Aunque hace una década la palabra ‘blog’ nos sonara a chino, lo cierto es que hoy en día todos conocemos su significado e, incluso, nos hemos lanzado a la aventura de lanzar a las redes nuestra propia bitácora.
En la entrada de esta semana del blog de Somos Comunicación, queremos repasar algunos de los tipos de diarios digitales que existen y ofreceros las claves para que tengan éxito entre la comunidad online.
Blog corporativo
Se trata de un blog profesional que contribuye a dar a conocer los últimos proyectos de la empresa y mejora su posicionamiento en Internet. Un blog corporativo estará elaborado por un profesional de la redacción o ‘content manager’ que tendrá en cuenta las palabras claves corporativas y los criterios de redacción necesarios para mejorar el SEO de la compañía.
En este tipo de blogs podemos encontrar entradas más distendidas y otras más técnicas o especializadas, en función de la temática y la actualidad informativa. Los contenidos publicados no sólo son efectivos en cuanto al SEO, sino que también refuerzan la relación de confianza de la empresa con sus clientes actuales y potenciales. Además, las entradas pueden compartirse también en las redes sociales, alcanzando a un mayor número de personas que conocerán, a través de este tipo de contenidos profesionales, nuestra imagen de marca.
En Somos Comunicación somos especialistas en el diseño, instalación y redacción de blogs corporativos. Así, ponemos a disposición de tu empresa tu propia bitácora, integrada dentro de la web principal, para optimizar el SEO de tu marca e incrementar así las ventas tanto presenciales como online. Nuestras tarifas están al alcance de todos los bolsillos y son perfectas para pequeñas y medianas empresas.
Bitácora personal
Viene a ser algo así como un diario personal que exhibimos en Internet. Por su propia naturaleza, debemos tener claro que, para triunfar en este tipo de bitácora, debemos dejar el pudor a un lado.
Un blog personal sirve para que los lectores y otros bloggeros conozcan nuestro punto de vista sobre temas cotidianos (transporte público, alimentación, política), intereses y hobbies (grupos musicales, películas, deportes…) e incluso nuestros más y nuestros menos con nuestra suegra o jefe.
Todo vale en este tipo de bitácoras que podemos ilustrar con fotos o vídeos personales. Hay quien opta por usar un pseudónimo para salvaguardar su identidad y no herir sensibilidades. Los más valientes se tiran a la piscina y utilizan nombre y apellidos, ya que, al fin y al cabo, ya compartimos parte de nuestra vida en otras redes sociales como Facebook o Twitter.
Blog temático
¿Quién no tiene un amigo que se declara abiertamente ‘especialista’ en cine o? Si lo tuyo es el séptimo arte y has visto más películas que José Luis Garci, es muy probable que estés pensando en abrir tu propio blog de cine. También triunfan otros géneros como el deporte y la cocina.
Los amantes de los fogones que han abierto bitácoras en los últimos meses -coincidiendo con el ‘boom’ de programas de cocina como ‘Top Chef’ y ‘Master Chef’- están viviendo su momento de esplendor. Incluso hay bloggeros especialistas en recetas propias que han conseguido vivir de los ingresos de su propio blog, gracias a una acertada gestión de la publicidad y el patrocinio de marcas del sector.
Egoblog
Y por último, el blog temático por excelencia: el egoblog o blog de moda, que ofrece fotos diarias con ‘outfits’ variados. Es un tipo de publicación eminentemente gráfica y, para que sea considerada un egoblog, la propia bloguera (son eminentemente femeninos) debe aparecer en las fotos posando con los diferentes modelitos, que combina con acierto y siguiendo las últimas tendencias.
Para que el blog tenga éxito debe buscar la complicidad de los lectores, respondiendo a sus comentarios y dudas y fomentando la participación.
Este tipo de bitácoras son utilizadas por las empresas del sector textil para hacer publicidad de sus artículos de una forma indirecta que, en ocasiones, es más efectiva que la publicidad tradicional (anuncios en medios escritos, vallas de publicidad exterior, etc.).