Esta semana en el Blog de Somos Comunicación, hablamos de uno de los escritores más importantes en cuanto a la ciencia-ficción se refiere, no podía ser otro que Michael Crichton.
Hace unas semanas publicamos en nuestro blog un artículo relacionado con aquellos escritores que habían demostrado a través de sus obras el interés por la tecnología, la comunicación y en definitiva, ciencia ficción pero que poco a poco, esa ciencia ficción se va convirtiendo en realidad.
Michael Crichton (1942-2008) fue el impulsor de un nuevo método narrativo, llamado techno-thriller, el cual es una mezcla entre la narración de la novela con explicaciones científicas bastante minuciosas.
Crichton nació en Chicago, Illinois, el 23 de octubre de 1942. Muchos lo recordarán por el ser el autor del best-seller Parque Jurásico, que fue llevada al cine de la mano de Steven Spielberg en el año 1993. En su extensa bibliografía encontramos títulos muy interesantes y todos ellos bajo la misma estela: la ciencia-ficción. Referentes son libros tales como: Presa, en el cual nos adentramos de su mano al mundo de la nanotecnología o Timeline, donde nos habla de viajes en el tiempo.
Estilo
Uno de los puntos fuertes que caracteriza su estilo narrativo es que en sus obras ofrecen gran cantidad de información científica real con la que justifica sus argumentos, es decir, el progreso científico es uno de los temas recurrentes. Además fue especialista en combinar experimentos científicos con el thriller.
En sus obras siempre relata el arco argumental bajo el punto de vista de varios personajes, y a su vez, el autor expone explicaciones y teorías científicas que llegan al lector a través de dichos personajes. A esto se suma su narración hábil y esa pericia para enganchar desde el primer capítulo.
Aunque Crichton gozaba de una gran credibilidad en los argumentos que utilizaba en sus obras, siempre imprimía que dichos argumentos que exponía sólo eran conjeturas y que, aunque basadas en ocasiones en hechos y bases reales, simplemente era una novela de ficción y que así se habían de entender.
Por ejemplo, en su libro Estado de miedo podemos leer:
«Este es un libro de ficción. Los personajes, empresas, instituciones y organizaciones de esta novela son fruto de la imaginación del autor o, si son reales, se usan de forma ficticia, sin voluntad de describir su actividad real. Por otra parte, las referencias a personas, instituciones u organizaciones reales citadas en las notas al pie son correctas. Los pie de página son verdaderos.»
Obra
Recordamos que en este artículo nos estamos centrando en la vertiente científica de Crichton, aunque hay que destacar que existen títulos en su obra que no son de ciencia-ficción como por ejemplo: Acoso, El gran robo del tren, Devoradores de cadáveres, Congo o Sol Naciente.
La mayoría de sus novelas tiene el mismo fondo argumental, los peligros de la tecnología. Todos recordaremos, en su obra más famosa, Parque Jurásico lo que ocurre con los animales “tan especiales” que habitan en el parque.
Otra de sus novelas de ciencia-ficción más interesantes es Esfera, también llevada al cine, en la cual explora los límites de la mente humana.
Casi en todas sus novelas contienen una dosis de denuncia social y alegato antitecnológico. Con esto Crichton quería evitar que sus libros fueran archivados como best-sellers del montón, y se les distinguiera por su contenido narrativo y científico, alimentando así un profundo interés por la tecnología, sus avances y posibilidades, pero al mismo tiempo, esta fascinación por la tecnología y sus infinitas posibilidades está inmersa en la obra de Michael Crichton con una continua advertencia acerca de los peligros que puede acarrear la ciencia fuera de control.
Su obra también se ha marcado con un factor en común: sus protagonistas, ya que la moral científica que los caracteriza, hace que estos crucen una fina línea que provoca que sus creaciones se vuelvan contra ellos.
Muerte
El 4 de noviembre de 2008, a los 66 años de edad, falleció en su casa de Los Ángeles, tras una valiente batalla contra un cáncer que estaba librando de forma privada.